PROFESIONALES


No estamos en el secreto de los fichajes de nuestros jugadores, pero tenemos entendido que en la presente temporada se mantiene, más que en ninguna otra, el concepto de ‘profesional’. La Directiva, al menos en las condiciones de pago de nóminas, primas, etc., así lo viene proclamando, y los jugadores no se ocultan de decirlo. Si ello es así conviene que éstos vayan entendiendo lo que la profesión exige: afición, entusiasmo lo primero, conocimiento después, y un poco de preparación y cuidado siempre, junto con un afán de compañerismo y de cariño por aquello y a quienes se ejerce. Convendría que todos nuestros jugadores de enterasen de estos pormenores. El cobrar como profesionales no justifica que uno lo sea. Hay que entrenarse, prepararse y merecer lo que uno cobra. Los jugadores se fichan para ganar partidos dentro y fuera de casa, no para que figuren en nómina y contentarse luego con unas simples manifestaciones sobre la mala suerte del equipo o de tal o cual jugada.

Y no decimos esto simplemente por el resultado del empate de ayer, sino porque es inadmisible que haya jugadores en nuestro equipo a quienes el entrenamiento les tenga sin cuidado durante toda la semana, y no sepan todavía lo que es una hora de preparación física. Esto es una obligación de todo profesional, pero resulta también un deber de compañerismo ante el resto del equipo, que ha de multiplicarse ante la inactividad o agotamiento de los desentrenados. No hace falta que señalemos nombres, pero baste con decir que en todo el partido no vimos ayer a nuestros dos buenos interiores –porque los dos son buenos-, ni al delantero centro, empeñado en jugar de extremo izquierda, ni a éste nada más que en dos fallos ante la puerta y lleno de medrosidad durante todo el encuentro. Todo ello muy en contra de lo que nosotros entendemos por ‘profesionalismo’. Lo de menos es ganar o perder. Lo interesante es que se ponga interés, entusiasmo, afán ¿Por qué no jugar todo el encuentro como el último cuarto de hora? ¿Es que se ha de jugar todo un tiempo y parte del otro a la ‘mandanga’, y luego permitirse el lujo de levantar un partido en un cuarto de hora? Es una táctica suicida, que podría resultar ante un equipo como el de Sonseca, pero nunca ante una Segoviana, cuya dureza, rapidez y buen juego hace imposible estos milagros.


Temporada 1948/49: Toledo 2 – Gimnástica Segoviana 2

Crónica realizada por Antonio de Ancos, publicada en el diario “El Alcázar” el 8 de noviembre de 1948