TEMPORADA 1991/92: TOLEDO 1 – CAMPILLO 0


Toledo, campeonato en el minuto 91: Cano logró el gol del triunfo

Moreiras y Engonga, expulsados

Crónica realizada por J. Eloy García Orozco, publicada en el diario “Ya” el 25 de mayo de 1992


Municipal Salto del Caballo. Una media entrada y 545.000 pesetas en taquilla. Césped en excelente estado. El Toledo logró el título de campeón. Directivos y jugadores saludaron a la afición. En los vestuarios, champán, pasteles y baño al presidente, directivos y cuerpo técnico.

Alineaciones

CD Toledo: Villalvilla, Gabi, Arganda (Pedrete, m.44), Cano, Lolo, Pedro Díaz, Luis Castro, Dani, Canito, Moreiras y Paniagua (Óscar Engonga, m.79)

Campillo: Gonzalo, Chule, Villita, Orgaz, González (Gascueña, m.55), Rico, Merino (Mauri, m.65), Paulet, Lozano, Escobar y Wenceslao.

Árbitro

González Saiz, ayudado por Martín del Rio y Encinar Sánchez, del colegio castellano-leonés. Cometió más errores de los necesarios, aunque mostró equidad en sus decisiones. Su labor se vio enturbiada por la mínima deportividad exhibida por los dos equipos, lo que complicó su labor. Tarjetas para Dani, Paniagua y Gonzalo. Expulsó a Moreiras, en el minuto 45, y Orgaz, en el minuto 22, por doble tarjeta amarilla, y a Óscar Engonga, en el minuto 92, con roja directa.

Gol

1-0, minuto 91: corner que bota Óscar Engonga, y cabezazo de Cano en el segundo palo.

Comentario

El Toledo logró la primera meta que se marcó al inicio de temporada, el campeonato de Tercera, aunque fuera de forma agónica, ya que Cano atinó con el portal del Campillo en el minuto 91, cuado sólo se pensaba en el segundo puesto, en un partido que tuvo una gran dosis de nerviosismo, ya que el Campillo no se limitó a hacer el ‘pasillo’ al líder, sino, muy al contrario, se mostró como una roca granítica, dispuesta a chocar y provocar al líder, que cayó en la trampa, sobre todo Moreiras y Dani, lo que acusó el resto del equipo, amén la particular táctica impuesta por Cruz, que sentó en el banquillo a Luisito y Pedrete, entrando Arganda y Paniagua, que están lejos de su mejor condición física.

A las intenciones ofensivas locales respondió el Campillo con una rudeza imponente, empleándose con todo el ardor del mundo, quizá por la posible prima del Conquense, amén sus remotas opciones de jugar la Copa del Rey. Moreiras era el ‘cerebro’, pero su apasionamiento cercenó un mayor control del juego, sin que Dani fuera capaz de tomar el timón, y con un Lolo anónimo, ya que todo el juego se cargó por la izquierda, donde los ‘pesos pesados’ locales trataban de encontrar a Arganda y Canito, éste el único peligro, ya que Paniagua no estuvo nunca en el partido y Luis Castro se perdió en un juego sin sentido.

El primer disparo fue de Canito, en el minuto 32, que repitió Moreiras un minuto antes de ver la segunda amarilla, muy rigurosa, que supuso el equilibrio numérico tras la temprana expulsión de Orgaz. El Campillo no se arredró y mantuvo el control del choque, que no dominio, viendo cómo el equipo verde se limitó a probar suerte desde lejos, aunque la entrada de Pedrete, que en el minuto 67 no pudo con la salida del portero, desequilibró el eje central, y más tras la expulsión de Villita. La tensión emocional subió de tono a medida que se llegaba al minuto noventa. Luis Castro y Cano, en los minutos 81 y 88, no aprovecharon sendos cabezazos, pero el defensa atinó en el tiempo de descuento, con protestas incluidas de los conquenses por entender falta del jugador toledano. El Toledo logró el título. Sufrió durante 3.420 minutos, para mayor éxtasis de alegría y jolgorio. El champán se hizo esperar, pero valió la pena. El primer paso está dado, falta el segundo, el ascenso a Segunda B.