TEMPORADA 1980/81: LEGANÉS 0 - TOLEDO 0


Por fin el Toledo, con defensa ‘numantina’, dio el disgusto al Leganés y su hinchada (0-0)

Ni con su poder de líder, y dos penaltis, pudo batir el portal toledano

Samperio detuvo un penalti, aunque la gran figura del encuentro fue el recuperado y pundonoroso Manolo

Crónica realizada por Ángel Friginal, publicada en el diario “La Voz del Tajo” el 21 de enero de 1981


En el Municipal de Leganés, con aceptable entrada en sus graderíos, a pesar de la distancia que va de un ‘líder’ a un ‘colista’, se disputó el encuentro correspondiente al comienzo de la segunda vuelta, entre el Leganés y el Toledo, que concluyó con el resultado de empate a cero en el marcador, con el consiguiente desencanto final de los locales, en donde los más ‘nerviosos’ quisieron justificar descargando sus iras contra el colegiado de turno, sin tener en cuenta que en el transcurso del encuentro había obsequiado a los locales con dos penas máximas, y que si no se tradujeron en goles, ya es harina de otro costal.

Arbitraje

Del colegiado manchego, señor Núñez Monterroso, auxiliado por Cañestro y Montáñez. No es muy fácil reflejar su actuación, pues si en la primera parte se mostró con valentía y sin dejarse influenciar por la ‘pasión’ de las gradas, en la continuación, aunque siempre tratando de no ser aparatoso, nos pareció algo caserillo. Primero, decretando el segundo penalti contra el marco de Samperio, y después, señalando esa ‘retención’ de balón del guardameta toledano y alguna que otra falta dentro de la misma área. En el minuto 32 del partido señaló el primer penalti, por estimar falta punible dentro del área, que lanzada por Salagre, llegó a la red, pero mandó repetir el mismo, por haberse adelantado Moreno a la ejecución. Volvió a lanzar el mismo jugador, y el balón salió fuera del marco. Muchísimos amonestados, que por el Leganés fueron: el cotado Moreno, por protestarle la anulación del primer penalti por anticipación en el área del mismo; Chema, por zancadillear a un jugador verde; Juan Antonio, por dura entrada. Por el Toledo: Monzón, por desplazamiento del balón; Javi Pérez, por derribo a un contrario; Manolo, por juego peligroso, y a Casado, por el mismo motivo que su anterior compañero.

Alineaciones

CD Toledo: Samperio, Ocaña, Polo, Manolo, Gabriel, César, Medina, Javi Pérez, Monzón (Dierking, m.46), Casado y Verdugo (Cote, m.75)

CD Leganés: Ico, Juan Antonio, Salagre (Moreno II, m.73), Herrero, Brenes, Chema, Moreno I, Antonio, Moris, Carlos y Michel (Serrano, m.46)

Con dignidad y sin bajar la cabeza

Por fin el esfuerzo y la constancia se ha visto recompensada con un valioso punto, que alcanza su máxima cota si el mismo se dice que ha sido, nada más y nada menos, que en el propio feudo del ‘líder’ de la Liga hasta ese momento, y en donde el desencanto y desilusión no ha sido en esta ocasión para los toledanos, como ya aconteciera en Valdemoro, Arganda, y el último domingo en Guadalajara.

Así, una vez más, es el fútbol, y dentro de inexperiencias anteriores, otro gallo le pudiera haber catado al Toledo, si en esas relatadas ocasiones y otras de su propio terreno, la veleidosa, dentro de lo modesto del equipo actual, no se hubiese mostrado tan esquiva.

Pero ante el líder Leganés, aparte de dominio y presión blanquiazul, el Toledo ha presentado su cara buena, con esa defensa que, a priori, se presumía desde los comienzos, en donde se ha visto a un Chechu Ocaña rejuvenecido y batallador; Polo, con solera y sin fisuras; César, contundente y valiente; y un Manolo insuperable y haciendo recordar al de sus mejores encuentros, antes de su grave lesión, en aquel amistoso en un Trofeo del Corpus de hace dos temporadas, frente al talaverano Ferrer.

Si a esto unimos que Gabriel, cada día más jugador y sabiendo sacar provecho a su sacrificada labor, junto a la nueva ‘puesta en forma’ de Javi Pérez, y las ayudas del pequeño Casado, nos encontramos que por esa ordenada muralla se estrellaban una y cien veces las ofensivas de los muchachos de Briones, y así, el escurridizo Moris no podía tener su mañana, y los extremos, correctamente vigilados y marcados por los avezados –ya era hora- Ocaña y Manolo, no encontraban facilidades para inquietar al joven Samperio, que aunque esté enfadado con uno por eso de sus ‘cantadas’ en Guadalajara, este domingo en Leganés empezaba salvando buenas ocasiones para su marco, como en esa que chocando con Moris salvó el gol, en el minuto nueve del encuentro, y como esa del minuto doce, despejando con el pie el disparo de Carlos, que antes, en el minuto diez, tras el primer saque de esquina, había estrellado en uno de los postes.

Después, una salida en falta con os pies en alto, la vuelve a salvar, y graves apuros para él en una cesión en corto de Javi Pérez, que finaliza con un disparo de un delantero madrileño fuera de su marco.

Se cumple la primera media hora y no tarda en llegar el primer penalti, en derribo de la defensa a Moris, que lanza Salagre, pero al adelantarse Moreno I, se manda repetir, y si el primer lanzamiento, a la derecha de Samperio, se había colado, aunque nulo, el ejecutor varió el rumbo y su disparo se fue por la izquierda del marco verde muy desviado de su objetivo.

Muchos, muchísimos nervios en los jugadores, sin duda influenciados por los graderíos locales, que en esos momentos desconocen las razones arbitrales para mandar repetir el penalti, transformado primero y después fallado en la repetición, y las tarjetas hacen acto de presencia. Menos mal que ya finaliza la primera parte, y el descanso calma bastante y se impone el sentido común y práctico de otro fútbol diferente.

El partidazo de Manolo

El Leganés y el Toledo efectúan su primer cambio, y así, mientras en el Toledo, Dierking reaparece en sustitución del desdibujado Monzón, en el Leganés es Serrano, el ex extremo verde de la pasada temporada, el que sustituye a su compañero Michel, y se vuelcan sobre las líneas de retaguardia del Toledo, pero en estos cinco primeros minutos es el conjunto verde el que está a punto de marcar, pero ni Verdugo ni Dierking saben aprovechar la gran ocasión de oro, cuando el balón se le escapa a Ico.

Pero el aviso está dado y hace prestar más atención al Leganés, que no encuentra facilidades algunas en el disparo a puerta, y con el empate continúa la contienda, que pudo variar en el que nos pareció riguroso penalti, segundo de la mañana, al estimar punible la falta de Casado, que con anterioridad de un minuto había visto la cartulina amarilla. Lanza en esta ocasión Chema, pero detiene Samperio, aunque su alegría y la de sus compañeros le pudo costar enserio disgusto, pues se le señaló de inmediato retención de balón, que tras un interminable minuto, con todos los jugadores verdes dentro de su área y marco, se tira sin consecuencias funestas para la puerta visitante.

Último cuarto de hora del encuentro, con Cote en sustitución de Verdugo, como réplica del mister toledano a que el Leganés había sustituido a su central Salagre por un delantero, Moreno II. Y así, con algún que otro susto en faltas muy peligrosas, se va salvando la situación, y es el Toledo, en estos finales del encuentro, por medio de Javi Pérez, en rápida penetración por la derecha, el que está a punto de dar el gran susto, que ya hubiese resultado más mortal para el líder.

Trabajoso y honrado empate del Toledo, que tuvo su mejor hombre, y de todos los protagonistas, en el bravo y pundonoroso Manolo, un hombre que tras dos largas temporadas, ha sido recuperado para el fútbol y el Toledo, con una paciencia que pone de manifiesto que el Toledo, con los jugadores que se hacen acreedores, no los abandona jamás.

Y con este empate, regreso casi feliz a nuestra capital, donde a la hora de arrancar de Leganés, aún pudimos ver a un grupo de mozalbetes que intentaban agredir al árbitro de la contienda, pero la Policía Nacional lo impidió. Si al equipo local le dan opción a dos penaltis ¿Qué público local no se abonaría a lo mismo?