ESTEBAN MARTÍNEZ


Martínez II, jugador del CD Toledo: “Nunca me he sentido tan a gusto como en esta ciudad”

Entrevista realizada por Ángel Friginal, publicada en el diario “El Alcázar” el 1 de febrero de 1973


Me llevé un pequeño sobresalto cuando escuché a espaldas mías “A sus órdenes, señor comentarista”. Volví la cabeza y a mi lado divisé a un ‘veterano’ en perfecta orden de revista ¿Qué broma me quiere gastar este ‘peluso’? –pensé para mis adentros-, pero enseguida le reconozco, un día después de que fuera uno de los triunfadores de Getafe.

Es Martínez II, que está cumpliendo en nuestra ciudad sus deberes militares, con destino en la Escuela Central de Educación Física, y aprovechamos este cordial encuentro, comenzando con su actual vida.

-¿Qué tal te va la ‘mili’?

-No le miento si le digo que supera todo lo previsible, y desde mis superiores, de los que no tengo más que palabras de agradecimiento, hasta mis compañeros de armas, me tratan admirablemente, estando encantado de haber sido destinado a esta deportiva guarnición.

-¿’Pelotilla’ al sargento de semana?

-¡No! –su voz suena como una alevosa patada de las que recibe, desgraciadamente, con mucha frecuencia-. Cumplo, y quiero que así sea, con las ordenanzas, siendo uno más en la compañía.

-¿’Pelas’ muchas guardias?

-¡Naturalmente! ¿Y quién puede decir que no? Siendo esto una honrosa obligación, aunque luego, cuando llegue el licenciamiento, digamos lo contrario.

Bueno, hombre, no todo va a consistir en romper puertas adversarias, también te tienes que acostumbrar a defender las tuyas actuales.

-De tu fama de goleador ¿Qué te dicen tus compañeros?

-Disfrutan más que uno mismo, aunque son muy ‘gusanos’ y se tiene que tolerar bromas amistosas, pero son uno excelentes muchachos, y para poderles brindar algunos goles he solicitado de la directiva que el domingo próximo, con motivo de la visita del difícil Móstoles, accedieran a que todos los soldados de la Escuela Central puedan tener acceso gratis al campo.

Nos deja profundamente emocionados por este gesto, propio de un excelente muchacho, buen jugador y mejor persona, pero continuamos.

-¿Y qué te han dicho?

-A nuestro presidente, señor Juanes Portales, le ha parecido de perlas, habiéndome llevado una de las mayores satisfacciones de mi vida.

-¿Cómo continuar en el Toledo?

-A esto le tengo que decir, y frenar un comentario que hizo usted en el sentido de que el Toledo no tenía cabida el divismo. Yo estoy totalmente contento de seguir prestando mis servicios en mi equipo, careciendo de todo valor el que no rindiera a satisfacción en algunos encuentros por falta de interés o porque estuviera tras de mí este o aquel conjunto. Ponga clarito y espeso que el Toledo es mi auténtico equipo y a él me entregaré con todo mi entusiasmo, para poder seguir contando con la amistad de todos los aficionados.

-¿Qué nos dice de ellos?

-Aunque sabíamos todos los jugadores que existía una inmejorable afición, no podíamos sospechar que fuera tan terriblemente buena, y parte de nuestros triunfos se lo debemos a estos incondicionales, a los que en nombre de todos les doy mis más expresivas gracias.

-Por último, aunque no sea lo normal, dinos tu filiación.

-Nací en Madrid, el día 26 de octubre de 1950, habiendo jugado con anterioridad en el amateur del Atlético de Madrid, y estas dos últimas temporadas en el Arganda.

-¿Muchos goles?

-El año pasado conseguí cincuenta y cinco, aunque mi mejor temporada goleadora lo fuera hace dos años, con setenta y una dianas.

Nos abruma con estas cifras, y quien lo ‘bautizó’ como “el niño de oro del fútbol regional castellano”, sus razones tendría y, antes de despedirse marcialmente de uno, le entregamos una fotografía de mis ‘cuatro retoños’ –admiradores suyos-, para que estampe su autógrafo, recordando, aunque cada uno de ellos tuviera sus peculiares características, a esos que en mi niñez nos deleitaron con sus goles, como fueron los Sauer, Cheme, Casajús, Contreras… aunque ahora lo más principal es el gesto tenido por el delantero centro del Club Deportivo Toledo para que todos sus compañeros tengan acceso libre, para unir sus aplausos al de la gran afición toledana.