TEMPORADA 1971/72: TOLEDO 3 – VALLECAS 2


El Toledo, con apuros, derrotó al Vallecas (3-2)

Primera y apretada victoria en Palomarejos

Crónica realizada por Ángel Friginal, publicada en el diario “El Alcázar” el 18 de octubre de 1971


Con algo más de media entrada se disputó el encuentro de Liga correspondiente a la séptima jornada de la Primera Regional Castellana, entre los conjuntos del Toledo y del Vallecas, que finalizó con la victoria de los primeros por tres goles a dos.

Arbitraje

La dirección estuvo a cargo del señor Franco Gamonal, auxiliado en las bandas por los señores Manzano y García Cabrero, siendo su labor buena en términos generales, sin que sus decisiones influyeran para nada en el marcador.

Alineaciones

Vallecas: Sanchiz; Tavi, Sola, Eduardo; José, Luis; Denche, Moya, Clarés, Moro e Izquierdo.

CD Toledo: Godoy; Castañeda, Coedo, Atienza; Marsal II, Llarena; Chiqui, Verde, Marsal I, Rafa y Viana.

Por el Vallecas, en la primera parte, Paquito por José, y en la continuación, Borja por Luis. En el Toledo, y todas en la segunda mitad, Puñal por Chiqui y Herráez por Rafa.

Goles

0-1: Se llevan jugados diez minutos de juego, cuando Izquierdo se aprovecha de una indecisión de las líneas de cobertura locales para marcar, ante la pasividad de los locales y extrañeza de los graderíos.

1-1: Veintiséis minutos, cuando el menor de los Marsal, en un gran pase, deja el balón al alcance de su hermano, que empalma un duro disparo que entra como una exhalación en el portal forastero. Un gran gol y primero del Toledo en Palomarejos, que es acogido con una estruendosa ovación.

2-1: Cuarenta y tres minutos, cuando Chiqui, desde medio campo, hace un pase en profundidad, que de primera intención es cortado con la mano por un defensor, pero el señor Franco aplica la ley de la ventaja que era para Verde, que salva la salida del meta, al que bate de tiro flojo.

3-1: Treinta y ocho minutos de la segunda parte, en la mejor jugada realizada por los toledanos, Marsal, con mucha inteligencia, salva la entrada de dos contrarios y descoloca al portero, para pasar a Viana, que viene lanzado, que clava el esférico en las redes.

3-2: A falta de un minuto para finalizar el tiempo reglamentario, y cuando buscábamos la puerta de salida, los madrileños acortan distancias.

Comentario

Desde el primer momento del encuentro se vio al Toledo con ganas de ventilar el encuentro, y el señor Borderías, ya restablecido de su reciente enfermedad, adelantaba a sus efectivos para que lograran romper las líneas defensivas vallecanas, lo que hacía presagiar una clara victoria, que se vio en peligro cuando el equipo de Vallecas se adelantaba en el marcador en una de tantas indecisiones de los defensores locales.

Este tiempo que mediaba desde este gol hasta bien entrada la primera parte lo aprovecharon los madrileños para, con un juego fácil y de movilidad, inquietar más de la cuenta, teniéndose que emplear Coedo, Llarena y Castañeda a fondo, no así Atienza, que flojeaba más de la cuenta.

Así y todo, los visitantes no cejaban en sus contraataques, y Godoy se tiene que emplear a fondo para despejar a corner un peligroso disparo.

Llegaba el minuto veintiséis y la jugada ya reseñada de los hermanos Marsal, en donde Ignacio conecta un fuerte disparo que el meta Sanchiz no se entera, por la dureza y colocación, que hace que los aficionados aplaudan fuertemente este gol por su bella ejecución.

Ya en las postrimerías de esta fase, el tanto que adelantaba a los verdes, sin que sirvieran de nada las protestas de los vallecanos, que querían justificar las manos de su compañero, sin que prosperase la protesta.

Sin más incidencias finalizan los primeros cuarenta y cinco minutos.

Ya desde la reanudación, y sin que podamos explicar las causas, nos percatamos rápidamente que el Toledo, con sólo tres delanteros y a veces dos, se condenaba a sí mismo a ser dominado por el contrario, que creaba más peligro del deseado por este innecesario repliegue que a nada positivo pude conducir cuando todavía quedaba mucha “tela que cortar”. Pero estas tácticas, y con todos los respetos, nadie las podemos entender, y menos los aficionados locales, poco acostumbrados a estos menesteres.

Pudo costar un serio disgusto, y menos mal que en una acción esporádica de Marsal I, muy seguro e inteligente, puso el balón a los pies de Viana para lograr el tercer tanto, que a poco del final acortarían los visitantes, ya sin más peligro para esta apretada y difícil victoria, que tiene que servir de lección.