TEMPORADA 1971-72: TOLEDO 0 – PEGASO 1


El Toledo (0-1), se estrelló contra la muralla del Pegaso

Se perdió la batalla del centro del campo y el encuentro

Atienza, sobresaliente en la defensa local

Crónica realizada por Ángel Friginal, publicada en el diario “El Alcázar” el 29 de marzo de 1972


Con regular entrada en los graderíos del Carlos III, registrándose varios seguidores madrileños, se disputó el encuentro de Primera Categoría Regional entre el Toledo y el Pegaso, que finalizó con la victoria visitante por un gol a cero.

Arbitraje

Estuvo a cargo del señor Sánchez León, auxiliado en las bandas por Manzano y Romero Tamayo. Su labor, por lo deslucido del encuentro, se complicó en algunos lances, de los que trató de salir como mejor pudo. En los inicios de la segunda parte dejó de sancionar una clara falta en el área del Pegaso, en descarado empujón de un defensor a Rafa.

Alineaciones

Pegaso: Regalado; Cocero, Tejada, Oribe; Grande, Chamochín; Oliva, Romero, Vicioso, Zambrano y González.

En los minutos diecisiete y treinta y dos de la segunda mitad, Loza y Mochi sustituyeron a Vicioso y Romero.

CD Toledo: Prado; Castañeda, Pinilla, Atienza; Herráez, Coedo; Verde, Marsal II, Marsal I, Rafa y Pipo.

También en la segunda parte, y en los minutos trece y cuarenta y dos, Díaz y Abadía sustituyeron a Herráez y Rafa, respectivamente.

El gol e incidencias

0-1: Se llevan jugados veintinueve minutos de partido cuando un rechace de la defensa verde es recogido fulminantemente por Chamochín, desde más de treinta metros, y su disparo se cuela en las redes sin remisión, significando el único tanto del encuentro, que daba los dos puntos a los visitantes.

Cuatro saques de esquina por cada bando, que se sacaron sin más consecuencias.

Los locales Verde y Rafa, y el madrileño Tejada, tras la correspondiente amonestación arbitral, vieron la consabida cartulina blanca.

Un mal encuentro planteado por el Toledo

Los fundados temores que existían antes de la celebración del encuentro se vieron confirmados en parte, y si en verdad el Pegaso, con claras aspiraciones de ascenso, no justificara en lo que a juego se refiere su privilegiada situación clasificatoria, tuvo mucha culpa de ello el equipo local, que no supo sacar a relucir otro esquema de juego más aconsejable en partido de las características como el disputado en la mañana del domingo.

El Pegaso, equipo más avezado, supo ver bien pronto el grave error local, en donde Verde, en actuación desafortunada, no era el medio de contención y menos de ataque que era de desear, y esta gran laguna fue cercada por los camioneros, que se apoderaron del centro del campo para no perderlo en le resto del encuentro.

Las sensaciones de peligro para ambas puertas eran de una nulidad absoluta, y el único peligro, aunque indirecto, fue el cañonazo de Chamochín, ante el que Prado reaccionó tarde.

El Toledo, sin ligazón y embarullado a más no poder, se estrellaba en el muro defensivo madrileño, en donde Tejada y sus compañeros de ala alejaban tranquilamente todo asomo de peligro, y en última instancia estaba el veterano Regalado, si agobios de peligrosidad, porque los dos que tuvo en sendos remates de cabeza de Pipo y Marsal I salieron fuera.

Tampoco el Pegaso deleitaba con su ataque, y su hombre más peligroso e incisivo era materialmente anulado por un elástico y valiente Atienza, que arrancaba la admiración de los graderíos, y el pequeño pero gran defensa cuajaría su mejor partido desde que viste la camiseta verde, en contrapartida con la poca fortuna de sus compañeros.

Una clara amenaza

Con la misma tónica o parecida dio comienzo la segunda parte, en donde nada se sacaba en claro, por lo que se registra la sustitución de Herráez por Díaz, que si no mejoró en términos generales, parcialmente dio un respiro a sus compañeros y más trabajo a Tejada, que ya no jugaba con tanto placer, aunque resumiendo, nadie era capaz de romper esa muralla de defensores, que según avanzaban los minutos, más nervios llevaban a los locales y a los graderíos.

Se busca rabiosamente el tanto de la igualada, pero los huecos no se producían en los visitantes, que tuvieron su mayor peligro en una falta cercana al área, pero su buen disparo salió lamiendo el larguero.

Y con este toma y daca, aunque eso sí, emocionante por la marcha del marcador, se llegaría al final, no sin antes fallar los madrileños su única oportunidad de gol tenida, al disparar Loza fuera solo ante Prado.

Y con este desesperante revés se llegaba al término de la confrontación, con la clara amenaza que representan otros dos negativos que añadir a los cinco contabilizados, y muy bien le tiene que rodar las cosas para enderezar este rumbo, con un nefasto horizonte, la Segunda Regional, aunque se tiene que confiar en salvar este difícil y duro escollo.

En el capítulo de distinguidos, y por el Pegaso, sólo cabe destacar a sus líneas de retaguardia y el oportunismo de Chamochín en su disparo, que ha puesto negro el panorama local.

De éstos, la magnífica actuación de Atienza, el pundonor de Coedo y algunas internadas de Castañeda. Después, poco o casi nada.