CHILE 1962


Julio Maldonado, ‘Maldini’: “De la Naranja Mecánica a la Mano de Dios”. Editorial Planeta, 2006


A comienzo de los años sesenta ya había muchos convencidos de que el arte se podía contrarrestar amontonando jugadores atrás y con alguna que otra patada de más. Se estaba gestando el Inter de Helenio Herrera y la violencia en el terreno de juego como arma para amedrentar el talento cada vez era más empleada.

Un Mundial como sedante del pueblo

Brasil partía como favorita después de su exhibición en Suecia. Los políticos se aferraron de nuevo al fútbol, el mismo deporte que les humilló por prepotentes en 1950. El presidente Joao Goulart pronunció estas palabras al despedir a la delegación: “Deben conservar esta copa porque es el orgullo de este país. Ella hace olvidar las penurias económicas a nuestros compatriotas y vale más que cualquier riqueza”. Más claro imposible.

La lesión de Pelé y el visionario Helenio Herrera

España acudió a Chile con la mejor selección de su historia. Puskas, Santamaría, Di Stéfano y Martínez reforzaban como nacionalizados a los Gento, Adelardo, Luis Suárez, Rivilla, Peiró, Collar… Di Stéfano no pudo jugar ningún partido por lesión y España empezó perdiendo con Checoslovaquia (2-0) y ganando a México con algo de fortuna (1-0). El siguiente partido era nada menos que contra los campeones del mundo y la clasificación estaba en juego. Brasil perdió a Pelé por lesión en el partido ante Checoslovaquia y Helenio Herrera se aventuró a decir: “Los brasileños sin Pelé son débiles. ¿Quién es ese Amarildo?”. Nada menos que el jugador que hizo los dos goles que derrotaron a los españoles y que les mandarían a casa. Los españoles se adelantaron por medio de Adelardo y lograron otro gol que fue anulado por el colegiado chileno Bustamante. Con 2-0 quizá la historia hubiera cambiado. Pero apareció Amarildo para explicarle a Helenio Herrera quién era. Luego diría: “Brasil es un buen equipo, aunque cargado de años. Le falta renovación, pero tienen la mejor arma para salir campeones”. Ya ve, Amarildo sólo tocó dos veces la pelota y fueron dos goles. Así no se puede jugar, es mucha la desproporción de la suerte.

El convento de Yashin

En una entrevista a Yashin, un periodista chileno escuchó la traducción que decía: “Para ser un buen portero, lo importante es no fumar, no beber, amar el fútbol y al puesto, entrenarse más que el resto y no criticar nunca a un compañero”. Acto seguido, el plumilla chileno espetó: ¿Pero a éste de qué convento lo sacaron?”

Hincha y muerto por amistad

Uruguay se hospedaba en el Valle de Azapa, donde sus jugadores hicieron gran amistad con el conserje. Éste escuchaba el partido de Uruguay contra Yugoslavia de la primera ronda cuando éstos últimos hicieron el 3-1 por medio de Jerkovic. De repente se le paró el corazón y murió con un banderín uruguayo, regalo de los jugadores, asido a su mano. Al día siguiente, los jugadores uruguayos comandaron el entierro en señal de duelo.

El buen gusto femenino y la crítica

Jeannette Thebaud, esposa del periodista galo François Thebaud, asistió a los Mundiales de Suiza y Suecia, por lo que desde Chile se vio capacitada para emitir esta valoración del Mundial: “Italia, España y Alemania jugaron mal. Desplegaron un juego prehistórico: ocho hombres en la defensa. El sistema defensivo corresponde a la época cavernaria del fútbol. Lo moderno se caracteriza por el ataque. Chile fue la revelación, a diferencia del centenario fútbol en que insisten los argentinos. Brasil constituye un caso aparte. Son morfológicamente diferentes. Lo criticable es que vinieron a ganar, no a jugar, olvidando que el fútbol es entretenimiento. Así demostraron que el diablo se convierte en peligroso cuando envejece, como dice el viejo adagio”.

Ganan los subdesarrollados

La capacidad organizativa de Chile fue puesta en duda por todos los países europeos. En Italia se hizo un reportaje en el que más o menos se venía decir que Chile era un país subdesarrollado. Así que cuando los chilenos derrotaron a la URSS, se desplegaron por todo el país pancartas que decían: “Subdesarrollados 2 – Europa 1”

Garrincha como Maradona y las tácticas

Brasil repitió título y Garrincha hizo de Pelé. Hay quien opina que sólo Maradona y Garrincha consiguieron ganar un Mundial por sí solos. Nos obstante, las tácticas empleadas salieron a debate y le preguntaron al seleccionador alemán sobre si ese campeonato había acabado con el sistema 4-2-4 que había coronado a Brasil por dos veces consecutivas: “Los sistemas no son ideas de los entrenadores. Nacen o mueren según las características de los jugadores. No hay un buen plan si no existen buenos futbolistas. El 4-2-4 vivirá cien o mil años mientras haya jugadores con capacidad para aplicarlo. Mientras Brasil, por ejemplo, tenga a Didí y Pelé podrá jugar con ese sistema. El día que no los tenga tendrá que variar y entonces podrá decirse que ha muerto”