Por si no teníamos bastante con la desilusión del descenso y la forma en como se produjo, en el inicio de esta temporada las cosas en el seno del Toledo la verdad es que no están muy tranquilas y, menos mal, que en el plano deportivo de momento los resultados acompañan.

Uno de los temas que más ha llegado a la afición es, sin duda, el cambio del horario de los partidos en casa. Cierto es que lo de jugar los domingos por la tarde no es una norma de obligado cumplimiento pero si es una tradición bastante arraigada tanto en la afición del Toledo como en la propia ciudad.

Para cambiar esta costumbre lo lógico es que se hiciera en un clima de consenso y de aceptación por todas las partes. Pero lo primero que hay que hacer, en este caso por la directiva del club que es donde procede la iniciativa, es explicar los argumentos que inducen a este cambio y , si son razonables, seguro que pueden incluso llegar a ser aceptados.

La decisión unilateral del club, sin haber pulsado la opinión de los aficionados, es lógico que provoque protestas y más en los que se sacaron el abono dando por hecho que los horarios serían los de siempre. Las protestas, siempre desde el respeto, es un derecho que todos tenemos como paso previo a la toma de otras iniciativas legales o practicas (como dejar de ir a ver los partidos por ejemplo) y, entiendo, que deberían tenerse en cuenta por los dirigentes del Toledo.

Desde ese respeto considero que las manifestaciones de los aficionados sobre este tema el domingo pasado son totalmente licitas y que la reacción por parte del club deberían ser al menos de considerarlas y no de decir que los que van al campo lo que tienen que hacer es animar al equipo.

Ciertamente este tipo de declaraciones duelen mucho al toledano que lleva toda la vida bajando a ver a su equipo, sufriendo por el y dejándose tiempo y dinero en su club. Y duelen más cuando esas declaraciones proceden de personas que, hasta ahora, no han tenido nada que ver ni con el equipo ni con la ciudad por lo que ignoran o, al menos no tienen, el sentimiento por el equipo de los aficionados de aquí.

Es cierto también que el club tiene sus dueños y que, en principio, pueden tomar las decisiones que consideren oportunas sin contar con nadie. Esto es así pero también es cierto que los aficionados, e incluso la ciudad de Toledo, puede dar la espalda al club de forma definitiva con este tipo de decisiones, haciendo su viabilidad imposible.

A día de hoy el único patrimonio del club son los jugadores y la afición. Los jugadores están de paso pero los aficionados son los que permanecen todos los años en los buenos y, sobre todo, en los malos tiempos.

Entiendo que el jugar los domingo por la mañana habrá gente que le guste mas o menos, pero el problema no es ese, sino acordarlo y aceptarlo por todos. Particularmente considero que los únicos argumentos para hacer este cambio son de tipo personal y que no tienen que ver nada con temas deportivos, económicos o de otra índole.

Es curioso que se dijera que el horario del fútbol no profesional es el de los domingos por la mañana, pues, sin ir más allá, esta próxima jornada todos los partidos (a excepción de el del Toledo en Albacete) se juegan por la tarde. Será entonces que el resto de equipos de la categoría así como sus localidades tienen mas categoría que nosotros, o, por lo menos, eso es lo que damos a entender.