El Lábaro Toledo se 'come' al Reyno de Navarra
El Lábaro Toledo cobró su máxima ventaja al entrarse en los cinco minutos finales (32-24) y, con un Reyno de Navarra entregado a su suerte, solo una última relajación de los pupilos de Astrauskas posibilitó que maquillase el marcador un cuadro navarro, que fue una sombra de sí mismo.
Lábaro Toledo 33
Reyno de Navarro 28
Lábaro Toledo (16+17): Diego Moyano, Martinovic (3), Eitutis (2), Lepp (2), Strazdas (8), Jabato (3, 2p), Milasevic (1), Ángel Pérez (4), Barbón (4), Plaza (3), Bezerra (1), Fuentes (2), Cepulis y Petkevicius (p).
Reyno de Navarra San Antonio (11+17): Ristanovic (p), Vargas, Dominikovic, Fernando Hernández (2), Malmagro (10, 3p), Nikolic (3), Nikcecic (3), Carlos Ruesga (4), Víctor Álvarez (3), Belaustegui (1), Guardiola (1), Mindegía (1), Eloy González y Besirevic (p).
Goles cada cinco minutos: 2-2, 3-3, 7-4, 8-7, 12-9, 16-11 (descanso); 17-15, 21-16, 25-19, 27-21, 31-24 y 33-28 (final).
Árbitros: García Serradilla y Marín Lorente. Excluyeron por dos minutos a los locales Martinovic (2), Lepp (2), Strazdas, Fuentes, Plaza y Milasevic, y a los visitantes Vargas (2), Mindegía y Belaustegui.
Incidencias: Encuentro de la primera jornada de la Liga ASOBAL disputado en el pabellón ''Javier Lozano'' ante unos 1.200 espectadores.
13/09/2009
El Lábaro Toledo se estrenó en la Liga ASOBAL con una tan sorprendente como merecida victoria sobre el Reyno de Navarra San Antonio (33-28), al que se 'comió' a partir del minuto 10 y sólo su propia relajación final evitó un triunfo aún más abultado.
Los comienzos, siempre con iniciativa en el electrónico de los toledanos, fueron muy equilibrados, con Malmagro marcando la pauta anotadora en los antoninos y el trabajo colectivo del Lábaro, tanto en defensa como en ataque, que mantuvo a raya a su poderoso rival. Con los goles a cuentagotas se completaron los primeros diez minutos (22, m. 5) y 3-3, m. 10), hasta que el cuadro de Miglius Astrauskas, con un tremendo quehacer en defensa y una gran fluidez atacante, cobró la primera ventaja (7-4), y eso después de solventar con nota dos exclusiones casi seguidas que le dejaron con cuatro en la pista, que no supo aprovechar el Reyno, pues lo único que logró fue acercarse (8-7).
Entonces, dos exclusiones, de los visitantes Vargas y Belaustegui, dejaron en ''cueros'' al Reyno para intentar la remontada y volvió a ir a remolque al ser incapaz de parar la versatilidad del juego ofensivo local. Al descansó se llegó con un 16-11 y Chechu Villaldea sin saber por dónde hinchar el diente a los locales, pese a sus continuos cambios y la tremenda calidad de Malmagro. En la reanudación pareció que el Reyno de Navarra se entonaba, porque un parcial 1-4 ajustó el marcador (17-15), pero el Lábaro, lejos de pagar la novatada, se creció y con Strazdas en plan matador -tres goles seguidos-, se volvió a escapar (21-16).
No terminó aquí la cosa, porque los toledanos se crecieron ante la inconsistencia defensiva antonina y entraron en el cuarto final de partido seis arriba (25-19). Con Malmagro sujeto, tomó su relevo Carlos Ruesga, pero entonces apareció un inconmensurable Diego Moyano para parar todo intento visitante por remontar.
El Lábaro Toledo cobró su máxima ventaja al entrarse en los cinco minutos finales (32-24) y, con un Reyno de Navarra entregado a su suerte, solo una última relajación de los pupilos de Astrauskas posibilitó que maquillase el marcador un cuadro navarro, que fue una sombra de sí mismo.
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