Estoy francamente jodido... y no me reconozco. Yo, que siempre he dicho que esto es un deporte y no debemos darle mayor transcendencia que esa, la que debe tener un deporte, espectáculo o diversión a fin de cuentas. Pero es que en tres años nos vamos a llevar dos buenos palos, de los contundentes.
Yo soy de los que no insulto en el campo, ni tan siquiera pito, ni protesto. Simplemente cuando algo me gusta aplaudo, y cuando no, no aplaudo. Pero reconozco que en el foro, en algún comentario de las últimas fechas, puedo haber escrito cosas no muy adecuadas en contra de esta plantilla. Y lo siento. Pido disculpas por las formas, pero no por la rabia y el sentimiento reflejado en mis líneas porque son como me siento realmente.
Quiero presentar mis respetos hacia Anna, la mujer de Abel Buades y mi admiración por haber tenido la valentía de escribir en este foro y mostrar abiertamente sus pensamientos. Y estoy seguro de que tiene razón en todo lo que dice.
Y quiero presentar mis respetos a Abel Buades... bueno, en realidad quiero presentar mis respetos a todos los jugadores de la plantilla a través de Abel Buades que, en este caso, es quien más palos está recibiendo.
No creo que haya ningún jugador que desee descender de categoría o que, por lo menos, no le importe o le de igual. No lo creo.
Para mí, Abel Buades es uno de los mejores jugadores que ha pasado por Toledo. Pero claro, esto es cuestión de gustos, por supuesto. Tiene una clase infinita y, en cantidad de ocasiones le basta con correr tres veces menos que otros para demostrar, en un palmo de terreno, que está muy por encima. Con los pocos goles que hemos encajado, con haber conseguido seis goles más de los muchos que hemos fallado clamorosamente, estoy seguro que estaríamos todos hablando de un espectacular Abel Buades.
Para mí, el problema es que algunos otros juagadores de cierta edad, que generaron cierta ilusión no han correspondido a las espectativas. Tenemos un centro del campo con una edad muy alta y quizás haya sido un error.
Es muy fácil hablar a toro pasado y, la mayoría de nosotros, lo hacemos a menudo. Se me ocurren muchas consideraciones, pero claro... a toro pasado:
- Hemos destrozado la banda en muchos partidos con Carrillo, un chico que estoy seguro puede dar bastante más, pero al que no le han salido bien las cosas. Alfaro tardó casi tres cuartos de temporada en darse cuenta.
- Si alguien se hubiese dado cuenta antes del potencial ofensivo de una Aguirre más adelantado...
- Aún habiendo recibido pocos goles, si alguien le hubiese dado más oportunidades a Buyo, quizás le habríamos proporcionado a Saavedra la tensión suficiente para no dormirse en algunos lances...
- Si Alfaro no hubiese dudado tanto con los puestos atacantes... hay que recordar que pasaron muchas jornadas sin que se atreviera a jugar con David y Óscar juntos. Y cuando lo hizo, se le volvió a nublar la vista, unas veces con uno, otras con otro... cuando parecía que uno lo hacía bien y podría resultar, la semana siguiente estaba en el baquillo. Se hizo un lío viendo pasar las jornadas sin meter goles.
- Si algunos jugadores, hubiesen prestado más atención a lo que se estaba jugando en el césped que a la grada...
- Si los que ya lo vivieron le hubieran hablado más a los nuevos del episodio tan grotesco de hace dos temporadas, del sufrimiento y mazado vivido por la afición...
Tratando de ser objetivo y desde lo que yo percibo, uno de los pecados de esta plantilla creo que ha sido pensar que ganando muchos partidos en casa el objetivo estaría cumplido. He visto al equipo fuera de casa, tremendamente flojo y conformista. En casa no es que hayamos hecho un fútbol brillante, ni mucho menos, pero lo que hemos hecho fuera de casa es sencillamente vomitivo. Con algunas derrotas fuera de casa me he llevado unos cabreos tremendos.
Se empataron muchos partidos en casa al comienzo, partidos que, en muchos casos, deberían haberse ganado. Como fuera de casa el ahorro energético, el no querer quebrarse la cabeza era la tónica, con el tiempo se convirtió en una costumbre difícil de erradicar y en una dinámica imposible de cambiar. Y claro, los empates de casa, con el tiempo ya no eran suficiente; hacía falta algo más: esa valentía que los demás equipos de la zona baja han demostrado en algunas ocasiones y nosotros no hemos sido capaces de tener.
No estoy de acuerdo con que tengamos una plantilla de tercera. Mi queja siempre ha sido la misma: estoy seguro que estos jugadores pueden dar mucho más de sí y por eso estoy molesto; más que molesto, estoy muy jodido.
Soy bien pensado y confiado por naturaleza. Pero hay algo que me preocupa desde hace años. Llevamos bastantes en que hemos visto pasar por Toledo jugadores que han levantado gran espectación, provocada por el aval de haber demostrado ser buenos jugadores en otros clubes... y en Toledo no han funcionado. Sobre todo delanteros. Llevamos unos cuantos añitos que no nos funcionan los delanteros. Lo más parecido a uno de ellos fué Robledo, que sí nos sirvió en tercera, pero que habiéndole visto jugar me crea muchas dudas para Segunda B.
Es como si en Toledo hubiese un virus o una mano negra que nos desgracia los jugadores.
Tengo que confesar una cosa: esta temporada, en muchos partidos, he acudido al Salto del Caballo sin ninguna ilusión; mejor dicho, la ilusión me duró muy pocas jornadas. Es como si sospechara o temiera este final. Me digo a mí mismo que estaré sin duda, con ilusión o sin ella, allá donde esté mi equipo, pero reconozco que cada vez llevo peor ver al Toledo en tercera, en una categoría que nos odia, nos insulta y nos escupe. Pero lo que más me hunde es que, si al final descendemos, serán dos descensos muy, muy dolorosos.
Como humanos que somos, todos cometemos errores, todos fallamos. Quiero agradecer a la directiva y a los dueños del Club el esfuerzo realizado estos últimos años para que sigamos teniendo fútbol. Y mi reconocimiento para todos, jugadores, cuerpo técnico y trabajadores por su esfuerzo. Y esto no significa que me retracte de mis críticas cuando algo me lo ha merecido.
Como se ha dicho por aquí, si volvemos a descender, me da muchísimo miedo el futuro de este Club. No están las cosas como para soltar dinero sin ver recompensa.
Y al hilo de esto, una última cosa. Creo que los juagadores de esta plantilla deberían haber valorado en su justa medida el haber tenido la oportunidad de pertenecer a un Club que ha pagado religiosa y puntualmente todas las nóminas que, viendo como está el paño, no es moco de pavo.
El otro día, ví a tonitolón con lágrimas en los ojos. Estas lágrimas son las de toda una afición que no merece tanto castigo. Cada uno lo exterioriza de una manera, pero el sentimiento de Toni es el de todos nosotros.
"Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas". (Groucho Marx).