Aquí está la noticia que salió publicada ayer en ABC Toledo, tanto en su versión impresa como digital:
Aúpa la U.D. Santa Bárbara
Un libro recupera la memoria de este histórico club de fútbol toledano, desaparecido en 1996 después de 35 años de existencia.
Primer equipo del Santa Bárbara, en la temporada 1961-1962
Los que vinieron al mundo en los años noventa no lo saben, no lo recuerdan o, en cualquier caso, no lo vieron con sus ojos, pero Toledo tuvo un segundo equipo de fútbol. Era la Unión Deportiva Santa Bárbara: vestía con camiseta azul, pantalón y medias blancas, jugaba en un moderno estadio para la época, ya derruido, y entre sus méritos está el de haberse enfrentado al Atlético de Madrid en un amistoso.
Ahora un libro («U. D. Santa Bárbara. 35 años de historia») (http://www.bubok.es/libros/251141/UD-SANTA-BARBARA--35-ANOS-DE-HISTORIA) recupera su memoria. Lo ha escrito Borja Martín Alonso, un joven toledano con residencia en Siberia. El escrito, en realidad, es un homenaje a su abuelo y a su padre, trabajadores en su día de la Fábrica de Armas, tan vinculada al Santa. «Siento que esta historia merece ser contada, dar un testimonio y un reconocimiento que se merece y no tiene», escribe en el prólogo del libro su autor.
La U. D. Santa Bárbara nació en el verano de 1961 fruto de la unión entre el Club Deportivo Carlos III y el Alcázar de Toledo Club de Fútbol. Se inscribió en la Primera Regional y, como local, disputaba sus partidos en el estadio Carlos III. De césped natural y con capacidad para 3.000 personas, era el campo de la Fábrica de Armas y una envidia para el resto de equipos en una época en la que mayoritariamente se jugaba en tierra. Más si cabe en Regional.
El Santa se enfrentó al Atleti en un amistoso el 29 de agosto de 1973- LIBRO
El primer partido oficial del Santa llegó el 10 de septiembre de 1961 ante el Real Ávila. Ganaron los toledanos por 2-1 con goles de Emilio y Tino. La alineación de ese día fue: Armando (Gimeno, minuto 35), Trigueros, Pepe, Rafa, Sánchez, Juanito, Santi, Gargolla, Tello, Emilio y Tino. Los primeros entrenadores fueron Marcial García Arroyo y Ramón Montojo. Aquella primera temporada acabaron la liga en sexta posición.
El año siguiente, aunque empeoraron su posición en la tabla (séptimo puesto), una reestructuración de las competiciones provocó que el equipo de la Fábrica de Armas ascendiera a Tercera División. Se mantuvo en la categoría cinco temporadas, hasta 1968. En ese tiempo tenía como rivales a clubes que han jugado o juegan en Primera, como el Rayo Vallecano, el Leganés o el Getafe. También en Tercera llegaron los primeros derbis con el C. D. Toledo. A lo largo de la historia, los dos equipos de la capital de Castilla-La Mancha disputarían un total de 18 partidos, con clara ventaja para los verdes: doce victorias, tres empates y solo tres triunfos del Santa.
Quemaduras en Segovia
Después de unos comienzos más o menos gloriosos, a los azules les tocó vivir una etapa más amarga. Entre 1970 y 1977 el equipo sobrevivió en Segunda Regional. El verbo ‘sobrevivir’ no es exagerado: el 3 de diciembre de 1972, en un partido en Segovia contra el C. D. Acueducto (victoria local por 4-1), futbolistas de ambos equipos sufrieron considerables quemaduras porque a algún iluminado se le ocurrió rellenar con cal viva los baches que tenía el terreno de juego.
De esa época son también sendos amistosos que el Santa Bárbara disfrutó en el Estadio Carlos III ante Real Madrid y Atlético. Los blancos mezclaron los futbolistas del primer equipo con los del Castilla y con los de la seccion amateur, pero el Atleti se presentó en Toledo con todo: el 29 de agosto de 1973 los rojiblancos alinearon a Reina, Adelardo, Ufarte, Luis Aragonés, Gárate o Irureta para ganar por 0-6.
Con la llegada de los años ochenta, el orgullo de la Fábrica de Armas comenzó a remontar el vuelo. En 1980 disputó una final en Madrid contra el Boetticher para ascender a Preferente que ganó por 2-5. Bajaría a Regional al año siguiente, pero algo se estaba haciendo bien porque el 15 de marzo de 1982 disputaría en Parla contra el Rayo Vallecano la final de la Copa de Aficionados de Castilla. Los toledanos perdieron 3-1 en la prórroga, aunque se redimirían tres años más tarde, en 1985, cuando se proclamaron campeones de la misma Copa y ante el mismo rival, al que ganaron en Pinto por 1-2. Como anécdota, el gol que valió el título lo marcó Magán, de 15 años, en el minuto 90.
Esas buenas participaciones le dieron al Santa el pasaporte para disputar la Copa de Aficionados de España, en la que en 1982 llegó a octavos de final y fue capaz de ganar un partido a todo un Real Oviedo.
Los años noventa supusieron el final del equipo toledano, pero no por sus resultados deportivos, se podría decir que los mejores de su historia, pues entonces había muchos más equipos que en la década de los sesenta. En 1990 ganaron la liga y subieron a Preferente. Tres años después, el 13 de junio de 1993, el Santa Bárbara vencía al Mora con un solitario gol de Miguelito en el minuto 78 y hacía historia: volvía a Tercera División 25 años después.
Equipo que logró el ascenso a Tercera División en 1993- lLIBRO
Cierre de la Fábrica y adiós
Duró un año, bajó y regresó el 7 de mayo de 1995 a triturar al colista Marchamalo por 7-0. La de 1995-1996 fue la última temporada del Santa Bárbara. En ella, junto con el Toledo Imperial, se convirtió en filial del C. D. Toledo y finalizó en las últimas posiciones de Tercera, lo que conllevaba el descenso. Sin embargo, en el verano de 1996 no se llegó a inscribir en ninguna competición y murió. Ese mismo año había cerrado sus puertas la Fábrica de Armas después de más de 200 años de historia. Triste epílogo para una bonita historia, ahora recuperada por un joven nostálgico toledano.
«Mi intención es que se refunde»
Borja Martín Alonso tiene un deseo: refundar la U. D. Santa Bárbara. «A mí me han llamado exjugadores y me han dicho que están por la labor. Hay que organizarse bien. Me gustaría que pasara como en Inglaterra, donde hay clubes que son refundados y son llevados por los aficionados. Que no sea, por ejemplo, como el CD Toledo, que ahora lo han comprado unos empresarios mexicanos. O con equipos de Primera División, que los compran empresarios chinos y los hunden», cuenta a ABC. El autor del libro sobre este histórico club toledano, desaparecido en 1996, pone como ejemplo al F. C. United of Manchester, fundado en 2005 por aficionados del Manchester United descontentos porque el club fue comprado por un millonario estadounidense.
Borja Martín Alonso posa con su libro en la plaza de Zocodover, en Toledo- ANA PÉREZ HERRERA
Borja Martín Alonso: desde Siberia con nostalgia del fútbol modesto.
Borja Martín Alonso (Toledo, 1990) ha escrito «U. D. Santa Bárbara. 35 años de historia» desde la fría Siberia. Allí vive, en una ciudad llamada Krasnoyarsk, de poco más de un millón de habitantes, donde perfecciona su ruso y enseña español. Licenciado en Filología Eslava por la Universidad Complutense de Madrid, Borja Martín Alonso es especialista en lenguas y literatura checa y eslovaca.
—¿Qué hace un toledano que vive en Rusia escribiendo un libro sobre un club que desapareció hace más de 20 años?
—Yo no vi jugar al Santa Bárbara porque era muy niño todavía. La razón principal es que mi padre y mi abuelo fueron trabajadores de la Fábrica de Armas y en alguno momento de sus vidas también trabajaron en el club: mi padre fue directivo durante dos o tres años, y mi abuelo fue portero, pero de los que cortaban entradas en la puerta. Me gusta mucho el fútbol modesto y me encantan esas historias de cuando un equipo pequeño gana a uno grande.
—¿Cuándo decide escribirlo y cuánto tiempo le ha llevado?
—Lo decidí en verano del año pasado. Empecé por pedir ayudar en un foro que hay del CD Toledo en internet. Contacté con Rafa Pagés, que fue jugador de los dos clubes, y, a partir de ahí, él me dio otros contactos. Durante julio y agosto me tiré días enteros en la biblioteca del Alcázar consultando periódicos, y luego en Rusia me puse a escribir. Lo terminé en abril, pero no he visto el libro hasta que regresé a Toledo hace unas semanas. Lo he publicado de manera independiente, sin ayuda de grandes editoriales ni de nadie.
—¿Qué le ha sorprendido mientras buceaba en la historia del Santa Bárbara?
—Pues, por ejemplo, jugadores que luego llegaron muy alto, que era un club con mucha proyección de futuro, que el equipo juvenil tuvo la posibilidad de jugar en la máxima categoría, pero no pudo por falta de dinero… Creo que es una historia que merece contarse. No tenemos memoria y con este libro pretendo traer esa memoria de vuelta y quién sabe si más cosas. Mi intención es que no se quede solo aquí y que se refunde el club. Creo que es algo perfectamente asumible. Hay muchos equipos en Segunda Autonómica cuyos fundadores son el dueño de una churerría o de una pollería, con cuatro amigos, así que ¿por qué no se va a poder?
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