Este es un tema que da para mucho. Podríamos estar hablando horas argumentando a favor y en contra de la S.A.D.
A mí, hay muchas cosas del fútbol moderno que no me gustan; la principal es que los aficionados hemos pasado a un segundo o tercer plano. Los intereses económicos mandan y los clubes nos utilizan como más les conviene en cada momento.
Nosotros lo pasamos muy mal en el momento de la conversión. Hago aquí un inciso para hacer referencia a una parte de la noticia que ha puesto g7808, para decir que me extraña mucho que la masa social de La Segoviana sea capaz de copar el 100% de las acciones. Si no recuerdo mal, al Toledo se le valoró en su día por 298 millones de pesetas. Bien es verdad que, en aquella época, el Toledo estaba en segunda, pero no deja de ser una cifra descabellada para una ciudad pequeña como la nuestra.
Soy un purista y un romántico del fútbol deporte y me encantaría que el Toledo fuera de los toledanos y no tener que soportar las idas y venidas de gente que nada tiene que ver con Toledo ni, en muchos casos, tan siquiera con el fútbol. Aunque es de reconocer que estas gentes hacen que nuestro club siga vivo, también hay que decir que hacen que estemos contínuamente conviviendo con la incertidumbre.
El nivel de exigencia de las aficiones es muy, muy grande, y hace que los clubes vivan permanentemente endeudados. Esto hace de cada intento de venta una película de miedo cada vez más peligrosa.
La SAD es un ente hermético para el aficionado de a pie que sólo puede comprar un par de acciones. Vivimos en la más completa ignorancia, sin saber lo que se hace o se deja de hacer. Que lejos quedan aquellas asambleas de socios, aficionados y simpatizantes, en las que se nos informaba (aunque no se nos dijera todo) de buena parte de la gestión y en la que podíamos opinar y preguntar. Ahora, cualquier pregunta es tratada como una injerencia en el camino del objetivo marcado que, en muchas ocasiones, nada tiene que ver con el de los aficionados. Televisión, publicidad paralela con intereses ajenos al club, negocios subterráneos, trapicheo de jugadores y otros, hacen que los aficionados nos hayamos convertido en muñecos a quienes sólo se nos permite chillar sentados en nuestra silla del estadio.
Cuando yo era chaval, me sabía de memoría las plantillas de muchos equipos, porque variaban muy poco de una temporada a otra. Ahora hay sobreexceso de jugadores y los excesivos cambios de cromos hacen que un futbolista que hoy está en primera, en dos temporadas aparezca en segunda B. Y la tercera se ha convertido en un cementerio de elefantes que rompen presupuestos y destrozan vajillas. Las canteras, salvo excepciones de todos conocidas, no son más que grupos que generan gasto y sirven para que los chavales practiquen hasta que se les pasa el arroz. No me gusta.
El fútbol se ha convertido en un espectáculo lamentable, una vía de sufrimiento innecesario para aficionados ávidos de metas inalcanzables, porque las partes implicadas, afición y dirigentes, contemplan objetivos distintos.
El fútbol moderno manda, las leyes del deporte ¿? ignoran sentimientos y pisotean apegos. Mientras sigamos alimentando este monstruo, seguiremos viviendo en una angustia perpetua y en la más completa ignorancia e impotencia.
"Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas". (Groucho Marx).
Editado 1 vez/veces. Última edición el 11/12/2019 12:01 por COULOUSCOU.